Una de las ventajas de formar parte de la Unión Europea es que los nacionales de todos los países de la UE y del EEE (Espacio Económico Europeo) pueden acceder a Francia sin ningún visado.
Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia.
Islandia, Liechtenstein y Noruega.
Para estancias inferiores a 90 días, los ciudadanos nacionales de los siguientes países sólo necesitan un pasaporte válido para viajar a Francia:
Andorra, Argentina, Australia, Brasil, Brunei, Canadá, Chile, Ciudad del Vaticano, Colombia, Costa Rica, Croacia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Hong Kong, Israel, Japón, Macao, Malasia, México, Mónaco, Nicaragua, Nueva Zelanda, Panamá, Perú, Paraguay, República de Corea, San Marino, Suiza, Singapur, Uruguay y Venezuela.