Barrio Latino

El Barrio Latino es un barrio del centro de París que ocupa el Vº distrito y parte del VIº distrito.

Se sitúa alrededor de la Universidad de La Sorbona, en la orilla izquierda del Sena.

Lo forman una serie de pequeñas calles y callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de todos los lugares del mundo y para todos los bolsillos, pudiendo tener en pocos metros distintos restaurantes griegos, italianos, chinos o japoneses, y pubs irlandeses junto a típicos pubs al más típico estilo fashion parisino.



Sin la menor duda, el Barrio latino es uno de los pocos lugares donde se puede comer barato en Paris, aunque hay que decir que la calidad casi siempre es acorde con el precio.

Si lo que queremos es probar las exquisiteces de la comida francesa mejor es probar en otro sitio, ya que en el Barrio Latino la mayoría de restaurantes ofrece comida sin más para que el turista se quite el hambre, y aunque la mayoría ofrecen una calidad aceptable hay otros restaurantes donde aspectos básicos como la atención al cliente e incluso la higiene simplemente no están presentes.

Por fortuna estos son los menos, así que no hay que asustarse, pero si se puede conviene echar un vistazo a los platos de los clientes antes de sentarse, y no mirar solo la carta y los precios.

El Barrio Latino es un lugar donde es muy agradable pasear, y donde el no conocer la lengua francesa no suele ser un gran inconveniente, ya que está atestado de turistas que, caso de que en el restaurante en cuestión no nos entiendan, nos pueden siempre echar una mano (en los lugares turísticos como es lógico aunque no sepan español la carta sí suele estar en español, así que nos podemos comunicar con el camarero en un perfecto “francés por gestos”, que todos dominamos).

Visita imprescindible que se puede hacer aprovechando una jornada con visita a Notre Dame, que podría estar asímismo precedida de un paseo por Bouburg (barrio donde se encuentra el moderno Centro de Arte Pompidou, muy cercano así mismo al espectacular Ayuntamiento de Paris (no hay más que seguir los carteles de “Hôtel de Ville” para encontrarlo) y a la explanada de Châtelet.