Plaza de la Concordia

La Plaza de la Concordia es la segunda plaza más grande de todo Francia y en el centro está el Obelisco de Luxor, traído de Egipto del templo de su mismo nombre en 1830.

Fue diseñada en 1755, decorada con estatuas y fuentes y se le denominó Plaza Luis XV en honor al rey, cuya estatua a lomos de un caballo se levanto aquí también.

Mide 23 metros de alto y pesa 230 toneladas. Lo flanquean dos bonitas fuentes de bronce, llamadas Fuente de los Mares y Fuente de los Ríos.

Vistas desde la Plaza

Su situación ofrece vistas espectaculares de una de las zonas más atractivas de la ciudad: Hacia el este, una perpectiva del Jardín de las Tullerías, el Arco del Carrousel y el Louvre; hacia el oeste, la Avenida de los Campos Elíseos y el Arco de Triunfo.

La Rue Royale se abre hacia el norte hasta alcanzar la Iglesia de la Madeleine, y al otro lado del Sena, cruzando el Puente de la Concorde, se destaca el Palacio Borbón, sede de la Asamblea Nacional.

Revolución Francesa

En tiempos de la Revolución, la estatua del rey fue reemplazada por una que simbolizaba la libertad, y la plaza fue tristemente célebre con la instalación de la guillotina; de las casi 2500 personas guillotinadas en esta época, 1119 fueron ejecutadas en esta plaza, entonces conocida como Plaza de la Revolución. Con el fin del Terror se decidió que su nombre sería el de Plaza de la Concordia.

Para los gobernantes que siguieron la plaza presentaba un problema político, siempre marcada por los recuerdos de la época del Terror.

Durante la Restauración, el retorno de la monarquía al poder, surgió la idea de colocar una estatua en memoria de Luis XVI, una forma de honrar a aquellos nobles que murieron en este lugar, lo cual nunca se concretó.